EL ARCOIRIS DE LA DISIDENCIA Novela gay en México

A lo largo de los años los trabajos de investigación dedicados a la literatura que en su momento representó los asuntos fundamentales de la comunidad LGBT (lésbica, gay, bisexual, transexual) se han ido transformando junto con sus propios aparatos conceptuales. Los estudios de género, y dentro de estos los de las masculinidades, han contribuido sobremanera a la comprensión y el entendimiento de semejantes asuntos de la humanidad, así como de su transformación en textos literarios que dieron cuenta en su momento de todo ese cúmulo de esencialidades que urgían un retrato preciso para la época. Hoy podemos observar ya con una distancia histórica aquel momento definitivo en el que salieron a la luz pública los textos literarios analizados en este trabajo de investigación, y podemos comprender, por ejemplo, la importancia que en 1979 tuvo la publicación de la primera edición de El vampiro de la colonia Roma. Los cambios históricos y culturales en el mundo habían creado también en México el momento preciso para enunciar de manera significativa la gran complejidad de los asuntos que se reflejan en las historias de los protagonistas de esta literatura. El periodo que Alejandra Robles estudia en su investigación y análisis marcó una época sin precedentes en la historia de México. La representación de la realidad en la novela gay mexicana se observa de manera particular en cada una de las tres novelas aquí estudiadas: se analiza el modo de enfrentar el mundo por parte de estos protagonistas. Por otra parte, gracias a los aportes de la teoría hoy se ha vuelto más compleja nuestra manera de observar la realidad respecto de los asuntos del género y aquello que conlleva su conocimiento y observancia. Por eso me parece de suma Prólogo 10 importancia regresar a aquellos textos que marcaron una época en la enunciación literaria y artística de una comunidad mexicana que en aquel entonces luchaba por la obtención de los derechos más elementales. Mucho ha cambiado la sociedad mexicana desde entonces y, aunque sabemos que queda muchísimo por hacer, hoy nos enfrentamos a nuevos retos que corresponden con los grandes problemas de nuestros tiempos. Por eso siempre será necesario regresar al pasado y releer nuestras propias historias para construir también nuestro presente acompañado de la memoria. El ejercicio analítico del pasado conlleva un compromiso que merece reconocimiento por la tarea de reubicación de aquellos textos literarios desde la mirada teórica del presente, que ayuda a clarificar algunos aspectos difíciles de percibir en la efervescencia del momento que los vio nacer.