9786075430966
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Autores | Susy Mendez Pardo (Coordinadora) |
Unidad Académica | Licenciatura en Lenguas Internacionales |
Editorial (es) | UNICACH |
Páginas | 61 |
Edición | Primera |
Año de Edición | 2018 |
Colección | Selva Negra |
En la sociedad contemporánea, la información y las nuevas tecnologías de comunicación, han dado paso a una serie de cambios en los que la incertidumbre y los retos son cada día más comunes. Durante el siglo XX, diversos teóricos educativos y filósofos visualizaban las situaciones venideras para la vida académica de las organizaciones e instituciones. En este sentido la UNESCO en 1996 determina los cuatro pilares de la educación para el siglo XXI que implican la formación integral para el ser humano, donde convergen el aprender a conocer, aprender a vivir juntos, aprender a ser y aprender a hacer. De esta manera, se daba una orientación a los diferentes sistemas educativos internacionales para concientizarlos de la importancia de la educación integral en los distintos niveles escolares. La formación de personas responsables consigo mismas y con su entorno, es un eje básico para el desarrollo de cualquier región puesto que quien conoce su entorno, puede tener conciencia de cómo aprovecharlo, sin afectarlo negativamente y a partir de ello fomentar el progreso.
Han transcurrido 18 años del siglo XXI, durante los cuales se ha transitado por un sin fin de experiencias y prácticas académicas en todas las áreas del conocimiento, pasando del discurso científico de las disciplinas a la multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y actualmente la transdisciplinariedad. En este tenor, el área del conocimiento de lenguas es por naturaleza multidisciplinaria y abarca distintas disciplinas científicas como la lingüística, la sociología, la psicología, la antropología, la historia, la didáctica, la traductología, entre otras. Es por ello que hoy en día la tendencia de ser interdisciplinario y transdisciplinario, es una realidad para todo especialista en esta área del conocimiento. La necesidad de comprender al otro desde sus referencias culturales, sociales y lingüísticas, plantea la posibilidad de estudiar al ser humano de manera integral, es decir sus formas de pensar, de sentir y de actuar, lo que permite a quien se interesa por aprender una lengua distinta a la materna, reconocerse asimismo y respetar a los otros a pesar de sus diferencias.